jueves, 6 de mayo de 2010

MADRE, OFRÉCENOS CONTIGO AL PADRE


En este mes de mayo, dedicado a la Santísima Virgen María, les deseo de corazón todas las bendiciones del Señor, concediéndoles salud, alegría y un espíritu lleno de amor, a todas aquellas mujeres a quienes ha regalado el hermoso Don de la maternidad.

Al mismo tiempo, elevemos nuestras oraciones por nuestras madres ausentes a quienes han concedido la gracia de vivir la resurrección con Cristo; por las madres solteras, para que Cristo resucitado les llene de fortaleza para ser timón en su hogar; también, por las mujeres que sin concebir un hijo se les ha conferido la gracia de ser madres; por las madres jóvenes y adolescentes para que la dulce Virgen María, les conceda la sabiduría de una madre adulta y anciana y que a estas últimas les permita un corazón vigoroso.

Pero sobre todo, como hijos, pidamos a la Virgen María, que sin importar nuestros defectos, errores, cubra con su manto a todas las mujeres que son madres, que las llene de fortaleza, amor, las cubra con su manto y a nosotros, siempre nos permita amarla sin mirar sus caídas o defectos, errores u omisiones; pues sin lugar a duda, que mejor manera de experimentar el amor de Dios, que a través del amor de una madre.

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